lunes, 25 de octubre de 2010

Proceden de 28 estados del pais participantes al encuentro feminista

2010-10

 Por primera vez asiste una representación de las mujeres indígenas.
El Encuentro Nacional Feminista busca la forma de hacer frente a las situaciones de violencia, discriminación, inseguridad e inequidad que afectan las mujeres en sus diferentes contextos.
A este encuentro llegaron mujeres de 28 estados del país, feministas, indígenas, rurales, urbanas,  jóvenes, sindicalistas, legisladoras, académicas, trabajadoras sexuales, artistas, comunicadoras, estudiantes, con VIH/Sida, empleadas domésticas y amas de casa, entre muchas otras.
En la agenda figura la defensa de los derechos sexuales y reproductivos, incluido el aborto, y la revisión de las diversas expresiones del feminismo, es decir dónde están hoy las feministas, qué hacen y cómo a través de la organización se puede recuperar la fuerza política del movimiento, señaló el comité promotor.
Reconocieron la pluralidad del movimiento, y por tanto, afirmaron que desde la organización se ha cuidado la forma en que se llevará a cabo este evento.

La idea principal fue facilitar reuniones preparatorias nacionales para discutir quiénes y cómo podrían participar. Las reuniones se llevaron a cabo en Guanajuato y Querétaro, y desde ahí se tomaron decisiones importantes, una de ellas fue definir que todas participarían a nivel individual, sin excluir la  adscripción grupal y política que cada una tiene.

Se contó con el apoyo de instituciones locales, federales, de organizaciones civiles, asociaciones internacionales, legisladores e iniciativa privada.

Sin embargo, el comité promotor aseguró que estos apoyos de ninguna manera tuvieron efectos en las definiciones temáticas que se reflexionarán y discutirán durante tres días.

Por primera vez, en una reunión de mujeres a nivel nacional, asiste una representación de las mujeres indígenas que presentará una propuesta para construir un Estado laico, democrático, plurinacional y pluricultural que sea más incluyente y que garantice el acceso y respeto a los derechos humanos de todas, sin importar la condición o el contexto en el que vivan.

El comité reconoció la voluntad de la gobernadora Amalia García Medina, al señalar que refrendó su compromiso con el  feminismo en México y recuperó de su mensaje que el reto será superar la cultura de la subordinación y violencia presente en la vida de las mujeres.

Las mujeres que representan a 28 estados del país proceden de Zacatecas, Oaxaca, Querétaro, Distrito Federal, Durango, Yucatán, Guanajuato, Sinaloa, Coahuila, Guerrero, Chihuahua, Hidalgo, Puebla, Michoacán, San Luis Potosí, Aguascalientes, Jalisco, Quintana Roo, Campeche, Baja California, Nuevo León, Chiapas, Veracruz, Morelos, Colima, Estado de México y Tabasco.

El Encuentro Nacional Feminista 2010 concluirá el próximo 29 de agosto. Para  entonces, las integrantes del Comité Promotor esperan que pueda derivarse de los trabajos una agenda política que integre las necesidades y problemáticas que enfrentan las mujeres en todo el país y que genere mecanismos para reivindicar la lucha por los derechos humanos. 

- La Jornada Zacatecas (en Línea) http:// www. lajornadazacatecas.com.mx
XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe:
Mujeres indígenas y rurales ejercen feminismo radical, de izquierda

 2009-03-23


"Las mujeres indígenas y rurales ejercemos un feminismo radical y de izquierda", cuando luchamos por no vivir más desigualdades no sólo de género, sino de clase y etnia, cuando decidimos no vivir más violencia y cuando vemos nuestra realidad impuesta por el gobierno que busca controlar nuestras vidas a través de programas que no resuelven nuestros problemas sino los agravan, coincidieron en señalar mujeres de Guatemala, El Salvador, Bolivia y México.
Durante la conferencia titulada: ¿Por qué un feminismo indígena y rural?, que se llevó a cabo en el marco del XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, que se lleva a cabo en la Ciudad de México, con la participación de mil 600 mujeres de la región, las ponentes coincidieron en que las indígenas y rurales tienen claro que están luchando contra el sistema capitalista neoliberal, el mismo que violenta sus intereses como seres humanos.
Flor de Jesús Pérez Ramírez, joven indígena integrante del Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, afirmó que el problema de las indígenas y rurales, radica en la opresión, exclusión subordinación y violencia, esquema que se reproduce en todos los ámbitos de la vida, por ello, agregó, las mujeres indígenas creemos firmemente desde la bases, donde en carne propia hemos vivido la pobreza y además violencia, de donde deben partir los cambios.
"Somos nosotras las que debemos unir nuestras fuerzas, crear colectivos de mujeres, para destruir y hacer un cambio en este sistema que oprime y lastima nuestro corazón. Estar organizadas, no podemos quedarnos calladas ante las injusticias y atrocidades que hieren nuestras vidas y la de nuestras hijas e hijos", puntualizó
Pérez Ramírez añadió que a las mujeres nos toca una ardua labor de lucha, tenemos que incidir desde todos los ámbitos donde se ha implementado la ideología del capitalismo patriarcal, desde nuestros propios espacios, la relación con nuestra pareja, familia y comunidad. "Este es un elemento diferenciador de los otros feminismos la lucha de las mujeres indígenas, en estrategias de cambio que involucren en el ámbito colectivo, no sólo de los cambios individuales que por sí solos no resultan en nada".

Más que violencia física

Las mujeres indígenas y rurales reunidas en una de las más concurridas sesiones de las realizadas en el exconvento de Regina Coelli, coincidieron en que existen términos académicos usados por las feministas citadinas, que a ellas se les dificulta entender, sin embargo los han analizado y se han dado cuenta de que existen otros tipos de violencia contra las mujeres, además de la física.
Cuando nos gritan, nos impiden participar en los espacios de decisión en las comunidades y la violencia estructural que ejerce el gobierno a través de "programas de desarrollo", que lleva a sus comunidades agravando los problemas.
Citaron como ejemplo los programas mexicanos Oportunidades y el de apoyo a las personas de la tercera edad en Chiapas, los cuales fomentan el alcoholismo entre los hombres, y la violencia contra las mujeres, porque al ser ellas las beneficiarias directas, son violentadas por sus parejas quienes les quitan el poco dinero que les llega.
De igual manera, denunciaron que las mujeres indígenas y rurales han sido violentadas históricamente de su derecho a la tierra, en los ejidos y comunidades por usos y costumbres, así como por la migración, ya que las pocas mujeres que poseen tierras son despojadas por las mismas autoridades al verlas solas.

Denuncian exclusion del feminismo 

En representación de Casimira Rodríguez, ex Ministra de Justicia de Bolivia, Daysi Peñalosa, señaló que su presencia en el XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe responde al interés de la lucha de las mujeres indígenas en busca de igualdad y respeto, son ellas quienes han vivido una serie de problemas para reivindicar sus derechos como mujeres y ciudadanas.
"Consideramos que es necesaria la mirada indígena dentro del feminismo, nosotras hemos vivido discriminación, social y étnica, nos califican como inferiores por nuestro origen rural o indígena, hemos vivido un sinnúmero de abusos y violencias de los derechos humanos".
Denunció que en el caso de las indígenas trabajadoras del hogar de Bolivia, las mujeres son discriminadas hasta por el movimiento feminista, pues en su esfuerzo para tener una mejor situación laboral y social ellas no contaron con el apoyo de dicho movimiento, de igual manera, las mujeres de clase media se conciben como merecedoras de derechos e igualdad de género, sin embargo cuando se refieren las trabajadoras del hogar estos criterios se olvidan.
Pese a ello, las indígenas trabajadoras del hogar consiguieron, precisó Daysi Peñalosa, el impulso de una Ley que las protege, a pesar de que algunas senadoras y diputadas que se dicen feministas bloquearon la aprobación de la misma, incluso una de ellas argumentó que con dicha Ley se le privaba a las mujeres de clase media de tener una trabajadora del hogar.
De igual manera, agregó que con la lucha, que no ha sido corta ni sencilla, también consiguieron que se instaurara el 30 de marzo como Día de las Trabajadoras del Hogar.
Precisó que el esfuerzo de estas mujeres por defender sus derechos es doble ya que trabajan de lunes a sábado y sólo descansan los domingos, día que utilizan para trabajar en su organización y capacitarse para continuar en la lucha.
Por su parte, Clara Silvestre Camposeco de Guatemala, precisó que las indígenas han estado trabajando en crear sus propias definiciones del feminismo, ya que ellas no han participado en los procesos para conocer todas las terminologías que se utiliza, sin embargo estamos seguras que toda nuestra lucha por la defensa de nuestros derechos se encuentra vinculada con el feminismo.
Consideró que "el feminismo no es más que nuestra incorporación en los diferentes espacios que redundan en beneficio de nostras mismas. La lucha de las guatemaltecas inició desde los 70, con nuestra participación en movimientos reivindicativos jugando papeles protagónicos, logrando que en algunos departamentos que las mujeres sean las salvaguardas del maíz, logrando derecho a la salud, y defendiéndonos a nosotras y nuestras hijas de la violencia".  
 
- Fuente: CIMAC

Gladis Torres Ruiz
ALAI, América Latina en Movimiento




Pronunciamiento de mujeres indigenas en el encuentro nacional feminista en zacatecas, agosto 2010

2010-09


Foro Mujeres Indígenas

Nosotras las mujeres de los pueblos indígenas de México, quienes hemos permanecido en lucha por más de 500 años, por el reconocimiento y respeto a nuestros derechos colectivos e individuales, en el marco del encuentro nacional feminista, estamos reunidas en  la ciudad de Zacatecas, los días 27,28 y 29 de agosto del 2010, mujeres Tepehuanas del norte, Náhuatl, Popolucas, Zapotecas, Mixes, Chinantecas, Ñu Savi, Triquis, Ikoots, Nahñu, Mazahuas. Y ante los festejos del bicentenario de la independencia y centenario de la revolución de nuestro país, nosotras las mujeres indígenas seguimos permaneciendo en la marginación ante la falta de compromiso y cumplimiento  del Estado Mexicano en el respeto a los derechos fundamentales para nuestro desarrollo social, económico, político, cultural y ambiental con nuestros pueblos.

Reconocemos:
 
La lucha de nuestras ancestras por la permanencia de nuestros pueblos y contra la opresión constante de las mujeres indígenas.

La lucha y logros de las mujeres feministas y apoyamos a la construcción de una sociedad de dialogo intercultural, plural, incluyente para una sociedad más justa y equitativa.
La declaración emitida por las hermanas indígenas y afro descendientes en Brasilia, en el marco de la Undécima Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe y la Diáspora, respecto a que no somos grupos vulnerables, sino sujetas de derecho, expresa que el Estado no ha cumplido su papel garante de derechos.
Que la participación de las mujeres indígenas es un hecho histórico en este Encuentro Nacional Feminista 2010.

Repudiamos:
 
La militarización del país y la violencia del aparato militar y nos posicionamos en contra de la creación de la policía única.

La destrucción sistemática de nuestros recursos naturales, culturales, sociales, jurídicos y políticos.

Todo tipo de violencia hacia las mujeres y nuestros pueblos indígenas.

Por lo que exigimos al Gobierno municipal, estatal y federal:

La garantía y respeto  de los derechos fundamentales, sobre todo, referente a los derechos a una vida libre de violencia para las mujeres  así como el acceso a la justicia de manera gratuita y eficiente en un marco intercultural.

El acceso libre, gratuito y de calidad a los servicios de salud que aún no garantizan la vida por enfermedades curables y prevenibles de las mujeres, ancianas, niñas y niños indígenas;  también, el inmediato compromiso en asegurar el acceso a la educación intercultural de calidad que incluyan, temas de salud sexual y reproductiva, clara y precisa.

La dignificación y el reconocimiento del trabajo del hogar y la garantía de los derechos fundamentales y laborales de las mujeres indígenas y no indígenas, trabajadoras del hogar.
A que cumpla y respete los instrumentos internacionales (CEDAW, CONVENIO 169 DE LA OIT, DECLARACION DE LA ONU SOBRE LOS PUEBLOS INDÍGENAS, BELEN DO PARA) relativos a pueblos y mujeres indígenas, así como las recomendaciones del Foro Permanente Indígena de Naciones Unidas y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Al cese inmediato al estado de sitio que vive el Municipio Autónomo de San Juan Copala; demandamos la pronta solución y castigo a los responsables del asesinato de Teresa Bautista, Felicitas Martínez, Alberta Cariño Trujillo, Jiry Jackola, Timoteo Alejandro Ramírez, Tleriberta Castro, de este etnocidio y responsabilizamos al Gobierno del Estado de Oaxaca de esta situación.

La investigación a profundidad e imparcial, de los asesinatos cometidos a las mujeres de Ciudad Juárez así como el castigo inmediato de los responsables.

Y nos comprometemos a:

Seguir impulsando procesos de liderazgos diversos de mujeres indígenas con perspectiva de género, intergeneracional y de autocrítica cultural.

Luchar por la construcción del derecho a la paz y desarrollo de los pueblos indígenas desde nuestra cosmovisión como mujeres indígenas para que se traduzca en el buen vivir.
Seguir fortaleciendo puntos de encuentros y diálogos con mujeres feministas en contra de la opresión patriarcal. Así como articularnos y establecimiento de alianzas con mujeres diversas. 

- Publicado en Boletines y comunicados por crónica de sociales 

Mujeres Indígenas, Zacatecas 2010

miércoles, 13 de octubre de 2010

Del retablo a la vida, construyendo ciudadanía 

2010-10-11


Alicia y Edda son dos mujeres desconocidas. Sus historias no cuentan para las pasarelas de los concursos de top models ni sus rostros aparecen en las portadas de las revistas femeninas o en las pantallas de espacios publicitarios de televisión. Sus historias son duras, estremecedoras, sacuden el alma cuando una las escucha.

Mientras nos agrupábamos en círculo en una improvisada aula de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en Quito, Ecuador, donde tuvo lugar el taller Migración, trabajo doméstico y violencia de género, dentro del Foro Social Mundial de Migraciones, recordé a las miles de mujeres asesinadas de Ciudad Juárez, México, a las tailandesas que son forzadas a vender sus cuerpos, a las colombianas, dominicanas que trabajan como verdaderas esclavas en países europeos, la mayoría indocumentadas y pobres, y a las indígenas y campesinas que están emigrando cada vez más frecuentemente para las grandes ciudades dentro de sus mismos países.

No sé porqué extraña coincidencia recordé -mientras escuchaba hablar a mujeres de Ecuador, Costa Rica, Argentina, Colombia, España, Guatemala-  a la escritora cubana Dulce María Loynaz, Premio Nobel de Literatura, cuando decía que “la mujer debe ver más allá del mundo circundante, y más adentro en el mundo interior, pero no detenerse allí sino saber hacer ver a los demás lo que se ha visto”.

Mujeres en círculo fueron desgranando sus memorias de dolor y de esperanza, compartiéndolas como pan trozado que pasa de mano en mano. El teatro de la liberación fue la metodología empleada por las organizadoras del taller. Y no hubo mejor manera que los trabajos en grupos para que salieran a flote las vivencias cuajadas de sensaciones y colores, de matices y perspectivas diversas como es el universo femenino.

La idea era partir de una construcción colectiva y devolver las realidades mediante el lenguaje del teatro espontáneo, que libera a las personas y sirve para conocer una problemática, dialogar sobre ella de modo horizontal y abierto; pero también para encontrar alternativas y soluciones.

Rápidamente el escenario cambió y las mujeres se agruparon en cuatro grupos para analizar los temas: violencia sexual en espacios de trabajo doméstico, trabajo doméstico y trata de mujeres, migración nacional e internacional y su relación con el trabajo doméstico y organización social del trabajo doméstico, soluciones para visibilizar sus aportes sociales y económicos.

Más allá del escenario

Cada quien a su esquina, cada quien a liberar sus experiencias para ser contadas y compartidas. Y luego, el escenario imaginario del telón que se sube y aparecen estampas representadas de abusos, rupturas y pérdidas de identidades, migraciones forzadas, violencias, descubrimientos de orígenes, recomposición de espacios físicos, geográficos, culturales y emocionales, memoria de cuerpos que hablan de dolor pero también de esperanza y lucha organizada por hacer valer sus derechos.

El impacto de la migración como experiencia laboral sobre la condición de la mujer, lleva a la necesidad de examinar las consecuencias globales del proceso migratorio sobre esta condición. Una atenta mirada nos coloca más allá de una simple posición de observación. Existen innumerables declaraciones y recomendaciones sobre la necesidad de proteger a las migrantes y se ha forjado una agenda global en su favor, inseparable de aquella más amplia que persigue establecer relaciones de género más equitativas.

Específicamente, respecto a las mujeres migrantes y los mecanismos internacionales de protección y promoción de sus derechos humanos, los principales son la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, de 1979), el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (El Cairo, 1994) y la Plataforma de Acción de la IV Conferencia Mundial de la Mujer (Beijing, 1995), propuestos por las Naciones Unidas.

Pero qué hacer cuando ese cuerpo de leyes y convenios internacionales cae en un saco sin fondo. La respuesta podría ser organizar sujetos, sujetos en movimiento. En este caso particular, empoderar a las mujeres de sus posibilidades reales como sujetos de cambio por una ciudadanía universal que no sólo las proteja sino que ellas mismas sean capaces de transformarse y transformar sus realidades.

Datos que hablan por sí solos

Según ISIS Internacional (Servicio Femenino Internacional de Información y de Comunicación) (1998), las redes de trata de mujeres están especialmente activas en Suriname, donde se concentra y distribuye un alto número de brasileñas, dominicanas y colombianas que ejercen la prostitución. La trata de personas está también presente en las zonas fronterizas de países sudamericanos y centroamericanos con destino a los Estados Unidos y Canadá.

La otra cara de la trata de mujeres es la presencia de un alto contingente de latinoamericanas y caribeñas en países de Europa. Se señala que este fenómeno no puede ser analizado fuera del contexto migratorio y que las mujeres que caen en las redes de los tratantes generalmente han sido contratadas para el servicio doméstico, matrimonios acordados y prostitución.

El único documento internacional vigente relacionado con la trata es el Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena, que data de 1949; tiene la limitación de remitir la definición de trata de mujeres a aquella que ocurre con fines de prostitución, excluyendo a un gran número de víctimas de otras formas de explotación; además, no tiene un enfoque basado en los derechos humanos. Entonces, cabría preguntarse si el cambio vendrá por aprobar más leyes o por concebir aquellas dentro del marco de políticas nacionales e internacionales que tengan en cuenta real y democráticamente a las mujeres como sujetos y no como objetos.

La relación entre migración femenina y vulnerabilidad tiene muchas fuentes: el racismo, la xenofobia, la violencia y la trata de personas, la baja escolaridad y los salarios inferiores a los mínimos establecidos, el trabajo forzado y las peligrosas condiciones de vida, la falta de acceso a servicios sociales básicos, entre otros, que se agudizan con las inequidades de género.

Las mujeres, en general se insertan en el mercado laboral en condiciones más precarias, en comparación con los varones: ganan menos, sus empleos son más precarios , sobre todo en el llamado sector no formal de la economía, tienen trayectorias laborales más interrumpidas, menor acceso a los sistemas de seguridad social, mayores niveles de desempleo y subempleo, trabajan en peores condiciones con respecto a la seguridad y la salud ocupacional y tienen que equilibrar continuamente su trabajo remunerado con sus responsabilidades familiares.

Pero quién o quiénes generan estos desequilibrios. Está claro que no son las y los migrantes. Sabemos que es el modelo patriarcal, depredador y capitalista impuesto por las corporaciones que pretenden controlar la vida de los seres humanos. Pero hasta cuándo.

Ellas vuelven al retablo, pero esta vez al de la verdadera vida. Tienen conciencia de que no es un camino fácil pero tampoco imposible. El reconocerse en sus historias propias y en la de las demás las hace crecer, les da confianza y ánimo para seguir cambiando el mundo y para reconstruirse como ciudadanas migrantes con voces propias.

- Idania Trujillo es periodista del Centro Memorial Martín Luther King de Cuba (CMLK). Cobertura de la Minga Informativa de Movimientos Sociales. 

Idania Trujillo
ALAI, América Latina en Movimiento
De pituca a trabajadora doméstica
  2010-10-12


Soy peruana y migrante, me dice sonriendo. La miro extrañada. Su imagen no me encaja. Será porque lleva el pelo corto y pintado a lo punk. Sin embargo cuando me detengo en sus ojos, muy adentro, algo me dice que existe otra mujer. Le propongo entonces que me cuente su historia, o mejor, que nos la cuente para saber por qué me confesó tan tajantemente que estar lejos le había devuelto su dignidad.

Efectivamente Edda Pando es peruana y desde hace 20 años vive en Italia como migrante. Trabaja en una compañía de seguros y colabora como voluntaria en la Asociación Recreativa Cultural Italiana (ARCHI). Es también activista de Todo Cambia una agrupación formada por migrantes y autóctonos que hacen actividades para promover la convivencia entre las diferentes culturas.

“Tenía 20 años cuando salí de Lima. Entonces estudiaba Periodismo y por esos años ocurrió el paquetazo económico y las mensualidades subieron muchísimo. Casi no se sabía si se podía estudiar o no. En realidad salí porque me ofrecieron un pasaje para Italia y lo tomé como un acto de curiosidad pues no tenía necesidad de emigrar desde el punto de vista económico. Salí en el tiempo en que los peruanos no necesitábamos visa para emigrar a Europa. Cuando llegué me alojé en casa de una familia italiana amiga de una chica que había estudiado conmigo pero a los tres meses la familia me dijo que tenía que volver a Perú porque se me acababa el visado de turista. Lo pensé bien y decidí que no regresaría, quería ver más de Europa, ya sabes, me movía el sueño de viajar, conocer pero luego me di cuenta que no resultaría tan fácil.

“Empecé a buscar trabajo pero nada aparecía que se ajustara a mis expectativas. Luego de mucho andar no me quedó otra que trabajar como doméstica porque no había otra cosa para las migrantes. Ahí comenzó todo. Recuerdo que en Lima mi familia contrataba a una señora para hacer los trabajos de la casa, ya sabes, limpiar, cocinar, lavar la ropa... Pero yo no sabía hacer nada de una casa porque nunca tuve necesidad. Me fue muy duro hacer ese trabajo en Italia por muchas razones... En Perú a las niñas que se piensan un poco de clase media se les llama pitucas. Yo era una pituca, y llegar a Italia y empezar a hacer el trabajo que hasta ese momento menospreciaba fue muy difícil. Sin embargo, al menos a mí me enseñó a ser humilde. Los primeros años fueron muy duros porque no tenía documentos, hacía el trabajo doméstico y además cuidaba a una niña. Con el tiempo comencé a buscar otro tipo de empleo.

“Ser trabajadora doméstica le dio otra dimensión a mi vida, me permitió ver mi pasado y analizar, por ejemplo, cómo era de crudo el racismo en Italia, la estigmatización de que somos objetos los migrantes en general, pero sobre todo las mujeres. Allí nos consideran útiles sólo como empleadas domésticas o vagantes que es otro término que se han inventado para las personas que asisten a los ancianos. Pero también descubrir al racismo de mi país, el racismo hacia los indígenas de mi país, descubrí que el trabajo que yo hacía en Italia, lo hacía la chola, como llaman en Perú a la mujer doméstica, descubrí la diferenciación de clases y el modo en que nos han educado dentro de los esquemas tradicionales, es decir, el modelo a seguir es el de los blancos y europeos exitosos.

“En Italia, por ejemplo, todos los migrantes dicen que vienen de Lima, nadie dice que es de provincias, con excepción de los arequipeños o cusqueños que sí tienen una identidad muy fuertemente construida, pero el resto viene todo de Lima. Y todo esto fue muy útil para redescubrir mi propia identidad originaria pero ya desde una perspectiva en la cual yo no era la misma que partió hace veinte años atrás.”

¿Qué dejó en tí ese tránsito y, sobre todo, tu accionar como mujer dentro de la sociedad italiana?

“Fue muy doloroso. Me hizo revivir una serie de malestares que tenía desde el colegio y que yo no era consciente de ello, no entendía por qué los sentía. Por ejemplo, en Perú me decían que era una mujer inteligente pero no era bonita; en Italia descubrí que era una mujer bonita al inicio pero entrando al juego de los italianos que te ven atractiva porque eres "étnica" y, por lo tanto, te ven interesante. Entonces pasé de no hermosa a hermosa étnicamente y, luego, a un tercer pasaje donde encuentras un equilibrio contigo misma y empiezas a respetarte y considerarte como mujer.

“Ese fue un camino de redescubrimiento de la identidad de mi pasado que ha dejado profundas huellas, el pasado de mis abuelos, de la vergüenza de mis padres, incluso, porque ellos nunca han aceptado sus orígenes andinos, de acordarme lo que decían mis padres cuando nacían algunos sobrinos: "que bien, es blanquito, es bonito y es mejor" o cosas como: "hija cásate con un italiano, hay que mejorar la raza". Todo eso fue muy doloroso. No no digo que el camino se ha cerrado completamente pero sí considero que me ha fortalecido y, sobre todo, me ha dado dignidad. Lo que recupero de todo esto es el hecho de haber redescubierto una dignidad que es la fuerza que me ha hecho luchar por los derechos de los migrantes en Italia”.

- Idania Trujillo/CMLK/Minga Informativa de Movimientos Sociales
Idania Trujillo
ALAI, América Latina en Movimiento 

martes, 12 de octubre de 2010

Zacatecas: un re encuentro y un recuento...
2010-09-05



El Encuentro Nacional Feminista 2010 realizado en la ciudad de Zacatecas los días 27, 28 y 29 de agosto, abrió una puerta, instaló un piso y múltiples ventanas de diversos diseños pudieron observarse. El Centro de Convenciones fue el lugar de la cita, más de 1300 mujeres feministas de todos los estados de la República Mexicana llegaron. Fue en 1992, hace 18 años cuando se realizó el VII Encuentro Feminista en la ciudad de Acapulco.
En esa ocasión se lanzó la iniciativa conocida como Campaña Ganando Espacios para las mujeres mexicanas, la cual instaló, simbólicamente en la ciudad de Querétaro en 1993 una Constituyente Feminista que se propuso la elaboración de un Plan de Igualdad. Para la elaboración de este plan la campaña Ganando Espacios convocó al III Encuentro Feminista de Yucatán, el cual se llevó a cabo a fines de enero de 1994 en la ciudad de México, el nombre se eligió en honor al II Encuentro Feminista de Yucatán realizado en 1916.
Después de tantos años sin reuniones de este tipo de convocatoria amplia para Encuentro de Zacatecas las asistentes trabajaron el primer día el análisis del contexto económico, político y social del país y la situación de las mujeres. El segundo día giró en torno al balance necesario después de tantos años, de los encuentros y desencuentros. El tercer día se centró enlas conclusiones, acuerdos, estrategias, formas de articulación. Múltiples actividades se desarrollaron simultáneamente: paneles, conversatorios y actividades culturales, por lo que la riqueza y diversidad de temáticas de las aportaciones rebasa cualquier intento de sintetizarlas.
Multiplicidad de presencias, feministas de todo el país de todas las edades, de las diferentes redes locales y nacionales, de organizaciones no gubernamentales, de instituciones académicas, una gran diversidad de grupos, colectivos, de alianzas viejas y nuevas, de las diversas corrientes del feminismo y de las diversas ubicaciones políticas e ideológicas de la izquierda. En los últimos 18 años nuevas identidades se ha constituido, estuvieron presentes mujeres indígenas feministas organizadas, de diversos estados, por primera ocasión en un encuentro de este tipo. Las feministas jóvenes, construyendo, aportando y enriqueciendo los debates desde sus diversas identidades y posicionamientos. También estuvieron presentes feministas transexuales quienes próximamente realizarán un encuentro.
La emergencia que se vive en el país fue un tema presente en las discusiones de las mesas de trabajo, sin lugar a dudas éste también ha sido un factor que ha convocado a las asistentes. La declatoria final incorporó denuncias del agotamiento del modelo económico, la crisis política, el debilitamiento del estado, la militarización en zonas del país producto de la política de seguridad del gobierno de Calderón que está criminalizando a las defensoras de derechos humanos y las luchadoras sociales, con fuertes impactos no visibilizados en la sociedad civil.
Desde la plenaria de inicio el feminicidio fue visibilizado por las feministas de Chihuahua, la asignatura pendiente más dramática con la que tenemos que vivir día a día, la impunidad sistemática, persistente. La guerra del patriarcado capitalista en el cuerpo de las mujeres. Se exigió el cese inmediato al estado de sitio que viven las mujeres del municipio de San Juan Copala, Oaxaca, por parte de las fuerzas policíacas y de las organizaciones paramilitares, el encuentro se solidarizó con las mujeres indígenas Triquis.
La ofensiva de la derecha en contra del estado laico y contra el derecho decidir de las mujeres fue otro de los temas presentes, en particular la defensa de las mujeres presas por abortar en todo el país y en el estado de Guanajuato.
El conversatorio del Pacto por la Vida la Libertad y los Derechos de las Mujeres reafirmó su compromiso de continuar en la unidad en la acción, manifestándose cada primer jueves de mes por la libertad de las mujeres presas y por continuar la lucha por la despenalización del aborto en el todo país.
Las mujeres en este encuentro abordaron la necesidad del reconocimiento a las diferencias como un aspecto nodal para la construcción de nuevas relaciones entre las mujeres, desde la sororidad. Reconocer que las diferencias de todo tipo nos enriquecen y construir diálogos con respecto.
Las estrategias son diversas y están ligadas a las distintas formas de concebir la práctica política feminista, la relación de los movimientos sociales con el Estado, y también tiene que ver con la cultura y los vicios que permean el ejercicio masculino de la política en el país. Cómo generar fuerza política propia como movimiento a partir del real reconocimiento de la diversidad política e ideológica. Sin lugar a dudas este es uno de los principales debates para enfrentar la ofensiva política, jurídica, ideológica en contra de las mujeres. Para enfrentar la crisis del sistema capitalista, el agotamiento del modelo.
Las que han partido en los últimos años estuvieron presentes, las salas de trabajo fueron nombradas en honor a ellas, también diversas: Nancy Cárdenas, Graciela Hierro, Cecilia Loria, Esperanza Brito, Itziar Lozano, Nellys Palomo, Diana Alvarez.

Josefina Chávez

¿Quienes somos?

El Colectivo de Mujeres Indigenas Trabajadoras del Hogar - COLMITH- inició como Expresión Cultural Mixe Xaam en 1995, con el objetivo de realizar encuentros culturales con otras organizaciones indígenas para difundir la  cultura, la vestimenta, el pensamiento de los pueblos indígenas, en 1998 se integra a su objetivo la temática de las empleadas del hogar Migrantes Indígenas enfocándose en la capacitación a partir de las necesidades de las mujeres que trabajan en casa.
En julio del 2010 despues de una reflexión consideramos que el trabajo de nuestra organización está dirigido a todas las mujeres trabajadoras del hogar indigenas y no indigenas por lo tanto nos constituimos en un colectivo.

 Nuestros Principios

¨      Vida comunitaria de los pueblos indígenas
¨      Diálogo de saberes
¨      Partir de las necesidades  de las mujeres indígenas empleadas del hogar
¨      Reciprocidad
¨      Complementariedad
¨      Trabajo comunitario

 Objetivo 

Dar a conocer los derechos laborales, humanos y culturales para ejercerlos  plenamente, contribuyendo así al fortalecimiento de nuestra identidad como mujeres indígenas en la ciudad de México.

 Líneas de trabajo

¨      Derechos Laborales, Humanos y Culturales
¨      Identidad y reconocimiento de las mujeres indígenas en la Ciudad
¨      Red nacional de organizaciones de empleadas del hogar

 Actividades

Talleres
Foros de análisis
Elaboración y publicación de materiales didácticos y de difusión
Promoción y difusión del reconocimiento con dignidad al trabajo de las mujeres indígenas
Reuniones de trabajo

Nuestra Memoria organizacional

En 1995 nos constituimos como organización

En 1998 iniciamos nuestra capacitación como mujeres indígenas migrantes que trabajamos en casa con los siguientes talleres:

¨      Cocina
¨      Corte y Confección
¨      Primeros auxilios.
¨      Cuidado de niños
¨      Cuentas
¨      Nutrición
¨      Danza
¨      Primaria y secundaria

En el año 2000 llevamos a cabo el Primer Encuentro de Empleadas del Hogar Indígenas donde como organización nos acercamos a las empleadas del hogar.

El Segundo Encuentro de  Empleadas del Hogar Indígenas lo realizamos en el 2001 donde reflexionamos sobre la Ley Federal del Trabajo y acordamos  conocer a profundidad dicha Ley y elaborar propuestas.

En el 2002 efectuamos el 1er  y  2º Foro sobre Análisis Empleadas del Hogar indígenas. El tema principal fue:
Ley Federal del Trabajo Cap. XIII sobre Trabajadores Domésticos, donde identificamos que no se mencionaba nuestra situación de mujeres indígenas trabajadoras.

El resultado de dichos eventos fue un documento que sirvió de base para la elaboración de la iniciativa de Ley, misma que hasta la fecha no ha sido aprobada en la Cámara de Diputados.

En el 2010 con el objetivo de seguir difundiendo la situación de las empleadas del hogar migrantes indígenas publicamos el libro “ENTRE MUROS: cuatro testimonios de mujeres indígenas en la ciudad” en coordinación con la Secretaria de Cultura GDF, la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y la Asamblea de Migrantes Indígenas.

También en el 2010 publicamos la cartilla: “Nuestros Derechos: empleadas del hogar indígenas” donde damos a conocer los derechos laborales, humanos y culturales que como trabajadoras tenemos y que no cumplen nuestros empleadores.

En julio de este año 2010 después de muchas reflexiones decidimos cambiar nuestro nombre, no porque no nos gustara a nosotras sino porque las personas pensaban que es una organización solo para personas Mixes. Como nuestro interés, desde un comienzo, fue trabajar con mujeres indígenas de todos los estados, la diversidad para nosotras es un aspecto importante, también el trabajo con mujeres no indígenas por ello cambiamos nuestro nombre a: COLECTIVO DE MUJERES INDIGENAS TRABAJADORAS DEL HOGAR –COLMITH-.

Nuestro interés es contribuir a que las mujeres que damos un servicio en una casa nos demos cuenta que el trabajo que hacemos es un trabajo valioso y digno; que conozcamos y exijamos nuestros derechos. También nos interesa contribuir a desarrollar  una reflexión sobre nuestro trabajo para que la sociedad, el poder legislativo, los medios de comunicación, entre otros, visibilicen nuestra contribución a la construcción de una sociedad  más justa y equitativa.

- Colectivo de mujeres indígenas Trabajadoras del Hogar 


viernes, 8 de octubre de 2010

Feminismo, Encuentro Feminista 2010.

El Instituto de las Mujeres del Distrito Federal 

2010-10

POSICIONAMIENTO POLÍTICO

Desde la última reunión nacional feminista, efectuada hace dieciocho años en Acapulco, Guerrero, muchas cosas han cambiado en México. Los infructuosos esfuerzos por transitar a la democracia y la insistencia en un manejo inadecuado de la economía, han obstaculizado la consolidación de la ciudadanía de las mujeres.
Durante este lapso, se han incrementado la violencia, la vulneración de los derechos humanos, el deterioro ambiental, la negación de derechos a los pueblos indígenas, la impunidad y la propagación de los feminicidios en todo el país, el avance de los fundamentalismos contra de los derechos sexuales y reproductivos, la discriminación por razones de preferencia sexual o identidad genérica, la tergiversación y burocratización de la perspectiva de género, la precarización del empleo, la criminalización de la protesta social, el empobrecimiento generalizado, la incredulidad ciudadana en las instituciones gubernamentales y la sistemática exclusión de las mujeres de las instancias de poder y decisión.
En estas circunstancias, es prioritario plantearnos la rearticulación del movimiento feminista, para constituirnos en una fuerza política nacional que sea decisiva en la generación de un nuevo orden social más justo, libre e igualitario. Por ello, hemos convocado a todas las expresiones del movimiento a participar en el Encuentro Nacional Feminista (ENF2010), con el objetivo de fortalecer nuestros vínculos, diversificar nuestras estrategias y ampliar nuestras alianzas con otros movimientos sociales y organizaciones políticas progresistas.
No pretendemos imponer criterios de forma unilateral, ni establecer la unidad a toda costa. Por el contrario, buscamos una confluencia basada en la pluralidad y el reconocimiento mutuo de las distintas rutas y experiencias que hemos gestado en los últimos años para construir, desde la teoría y la praxis feminista, estrategias más eficaces que nos permitan, no sólo detener la violación sistemática de los derechos de las mujeres, sino también replantearnos el tipo de sociedad y el carácter del Estado que requerimos para garantizar la participación y representación política de las mujeres, así como el pleno ejercicio de sus derechos y libertades.
El grupo promotor de este Encuentro Nacional Feminista 2010, surgió a partir de los acuerdos alcanzados en la Primera Reunión Amplia de Feministas Mexicanas, realizada en la Ciudad de México el 28 de febrero de 2009, en la víspera de la realización del XI Encuentro Feminista de América Latina y del Caribe. A partir de la convocatoria, de alrededor de 50 feministas de organizaciones civiles y académicas, a reflexionar sobre la situación del feminismo en el país, en dicha reunión se contó con la asistencia de 219 mujeres de 12 entidades de la República1 y se discutieron, entre otros aspectos, la necesidad de fortalecer los espacios de discusión entre y en cada uno de los estados del país, a fin de que el Distrito Federal dejara de ser la excepción, en medio de un federalismo conservador; asimismo se plantearon las nuevas demandas generacionales, y se hizo un balance de los logros y asuntos pendientes relacionados con la agenda feminista.
Posteriormente, durante el XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, se decidió promover encuentros feministas estatales y regionales. Por otra parte, para definir el carácter del ENF2010, se realizaron dos reuniones nacionales preparatorias, una en Guanajuato (31 octubre 2009) y otra en Querétaro (11 y 12 de junio 2010). Además se han efectuado encuentros locales, que en sí mismos constituyen un gran logro, ya que en algunos casos, nunca se habían realizado eventos de este tipo.
A lo largo de este proceso hemos valorado la necesidad de restablecer la práctica, rota por 18 años, de organizar encuentros feministas, para contar con espacios de confluencia donde, a partir de una ética feminista cimentada en los principios de no discriminación, igualdad, libertad, autonomía, diversidad, sororidad, participación democrática y laicidad, podamos recuperar una comunicación permanente, encontremos formas de articulación más efectivas, fortalezcamos nuestra radicalidad constructiva y la visión crítica que deben caracterizar siempre al movimiento, ampliando el análisis colectivo de los planos cotidiano-excepcional, local-nacional, privado-público.
A partir de un amplio consenso a favor de la autonomía del movimiento y para preservar la igualdad en las condiciones de participación en el ENF2010, se ha decidido que ésta sea a título individual. Además, sin limitar la participación de mujeres que se encuentran en proceso de asumirse plenamente como feministas, la línea del encuentro estará acotada por los tres ejes de auto-adscripción que nos dan identidad, nos aglutinan y nos distinguen respecto a otras corrientes ideológicas y políticas del movimiento amplio de mujeres:
a) La lucha contra toda forma de violencia hacia las mujeres;
b) El reconocimiento y promoción de los derechos sexuales y reproductivos, así como del aborto libre y seguro y;
c) El respeto y defensa de las diversas identidades sexo-genéricas y orientaciones erótico-afectivas.
Éstas han sido las demandas históricas del movimiento feminista, en ellas se han centrado nuestros esfuerzos y en esos ámbitos hemos cosechado algunos triunfos.
Somos un movimiento político que cuestiona el orden social patriarcal y que busca la transformación radical de las instituciones sociales y las estructuras de poder a nivel local y nacional. Por ello, las invitamos a reflexionar sobre la importancia de consolidar y hacer avanzar la organización y fuerza política feminista para construir el país al que las mexicanas tenemos derecho.
¡Sean todas ustedes bienvenidas!